lunes, 22 de diciembre de 2014

ANECDOTA # 2 "NO ESTAMOS SOLOS"

Los murmuradores, siempre están allí, la palabra de Dios nos habla que el enemigo ha venido a robar, matar y destruir (Juan 10:10) y muchas veces usando las mentes débiles. Por eso en una ocasión (en nuestros primeros años como pastores) cuando estábamos dirigiendo una iglesia en un sector de la ciudad de Lima, el pastorear allí no fue fácil pues la murmuración era muy fuerte en aquel lugar, resulta que ya estaban habituados a eso. En una ocasión se reunió un grupo y murmuraron de nuestra forma de dirigir la iglesia, no estaban de acuerdo con nosotros, eso quizas se podía entender, ya que conocemos como el diablo muchas veces influye en las personas, pero lo inconcebible era que habían perdido todo temor de Dios al hablar a nuestras espaldas, se olvidaron de la  historia de Aaron y María, de la consecuencia que vino por murmurar (Números 12:1 al 15) y de tantos pasajes bíblicos más al respecto, ya que se supone que eran conocedores de las escrituras.
Estaban mal acostumbrados, eran religiosos que solo se preocupaban de lo externo y no de lo interno y mucho menos de ellos mismos si no de los demás.
No obstante a esto, un día llegamos al templo y por debajo de la puerta nos habían dejado una nota que decía: "les amamos estamos con ustedes" ¡NO!, mis amados lectores, bueno hubiese sido eso, decía totalmente lo contrario, iba dirigida a mi esposo en ella le deseaban que todo saliera mal y al pie de la carta  escrito decía con sarcasmo ¡ja, ja, ja!, esto nos puso bien incómodos, nos sentimos mal, el diablo quería detenernos, pues no le convenía los "cambios", deseaba seguir teniendo a los hermanos con una mente reprobada sin dar lugar al Espíritu Santo. Era la primera vez que esto nos pasaba y justo cuando hicimos algunos cambios en los servicios de la iglesia, pues, definitivamente no estaban de acuerdo con nosotros, no podíamos hacer nada, solo seguir adelante confiando en Dios; ese acto de fe tuvo respuesta, ya que un día una hermanita se acercó y nos contó quienes habían sido los que se reunieron, lo dejamos a Dios ese suceso como muchas cosas más que nos sucedieron, lo cual relataré más adelante en otras anécdotas. pero algo que si nos trajo tranquilidad es que no estábamos solos y que aquella hermanita valiente que se animó y nos puso sobre avisó de aquel hecho, representaba, que así como había un grupo en contra, también habían muchos a favor de nosotros.


REFLEXIÓN: poner nuestra confianza en Dios, aunque muchas veces nos sintamos desfallecer , que él va poner gente a nuestro lado y nos va a respaldar. Queridos hermanos no estamos solos, Dios está con nosotros y tenemos una familia en cristo que nuestro padre nos a dado. y si todavía no congregas te animo a buscar un lugar donde hacerlo; ora a Dios, anima tu corazón y sigue adelante.

Nota: si tienen alguna opinión no olviden comentar, gracias ¡Dios los bendiga..!

No hay comentarios:

Publicar un comentario