domingo, 7 de diciembre de 2014

Anecdota #1 "Cuando el enemigo se levanta"

Era nueva en cristo y tenía un sentir en apoyar a los niños de la  iglesia local, razón por la cual yo era la maestra de los niños en la escuela dominical en ese entonces.
En una ocasión cuando yo creía que "Todo iba bien" y sobre todo en la escuela dominical, resultó que me equivoqué. Un día como siempre, llegué al templo y se me acercó una hermana líder con muchos años ya en el señor y de la cual esperaba todo lo que una líder de su nivel podía dar, en esta oportunidad para sorpresa mía, fue todo, totalmente todo lo contrario. Esta "líder" estaba literalmente endemoniada o influenciada (en la carne). Cuando empezó ha dirigirme la palabra era tanta su ira con la que lo hacía que puedo recordar aun los movimientos y gestos en su rostro; sus ojos salientes, la manera en la que su boca se abría  deformando cada letra del abecedario que conformaban esas palabras fuertes que venían hacia mi y eso, sin contar el volumen de su voz, y ademas los movimientos que hacía con sus manos. Yo realmente quedé pasmada y admirada como arremetía contra mi. ¿que estaba sucediendo?, estaba desconforme con la manera que yo enseñaba a los niños de la escuela dominical, se había olvidado de que yo era nueva en cristo pero con muchas ganas de trabajar para el Señor, de todos modos no se justifica la manera en la que lo hizo; al parecer algún niño había tenido una mala conducta en su casa y le reclamaron que le estaban enseñando en la escuela dominical y eso fue el motivo por el cual vino a agredirme verbalmente y lo más increíble es que la forma que yo enseñaba era como ella me había guiado que lo hiciera.
Posterior a este "desconcertado" suceso; un familiar de ella; también líder de la iglesia, quien siempre solía visitarnos para enseñarnos la palabra de Dios, fue a nuestra casa y en la conversación le conté este incidente, también se indignó por la forma en que fui tratada pero, no me atreví a decirle que su pariente era la autora de este hecho. Solo le dije algo que salió de mi corazón; si el diablo intenta sacarme de las cosas de Dios, no va a poder conmigo porque yo no se lo voy a permitir y como era obvio continué enseñando en la escuela dominical. Ese día sin darme cuenta le declaré la guerra al diablo, pero también empecé a conocer algo de mi interior que yo no sabia que existía y lo que Dios estaba formando en mi, un corazón de guerrera. Por eso siempre digo; "cuando el diablo se te levante, tu también levántate".
Recordemos que nuestra lucha no es contra sangre y carne (personas) sino contra el diablo y sus huestes de maldad (Efesios 6:12).
Aprendemos con esta anécdota que cuando alguien se ponga en contra tuya, no es la persona y que satanás es quien está detrás de todo y siempre va a maquinar la manera para sacarte de los propósitos de Dios. Por otro lado si los hijos tienen mal comportamiento no se le puede estar culpando a terceras personas como maestros, iglesia, instituciones etc. Sin embargo es para reflexionar que esta pasando en nosotros como padres, de repente podemos estar fallando en algo por eso es importante la comunicación y el buen trato en la familia.
Si tienes algo que rescatar de esta experiencia o deseas opinar te invito a que lo comentes, de esta manera aprenderemos algo más. Dios te bendiga grandemente.

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